Jamás imaginé que haría una sesión íntima en Málaga. Para mí no era fácil, se trataba de entrar en la intimidad de una pareja. Estar ahí y que fueran ellos mismos delante de otra persona. Y cuando llegué a casa allí estaban, nerviosos, con una media sonrisa sin saber que no era para nada como pensaban. Nos sentamos, estuvimos hablando y conociéndonos…Y de ahí salió esta sesión.
Él es londinense, ella viene de Rumanía y están dispuestos a quedarse. Son jóvenes, entusiastas y con ganas de comerse el mundo. Les encanta el clima, la comida, la gente y el buen rollo que hay por aquí.
De camino a la sesión íntima me mandaron una foto de Sophie, su perrita, y ya me enamoré del todo. Sólo quería hacerle fotos a ella y quedármela, y así, unas horas más tarde, todo terminó y me llevé a casa muchas fotos, un buen tiempo con ellos y dos nuevas amistades.
Y reconozco que no sólo fue muy fácil sino que disfruté muchísimo. Y es que Beatrice y Oliver se aman de verdad. Son de esas parejas que están compenetradas, unidas y que cuando los pones juntos irradian amor por todos lados.
Gracias chicos. Me lo pasé muy bien y repetiría sin duda.
Dale al play!!